El periodismo es un servicio público y administra uno de los recursos más valiosos y poderosos de las sociedades modernas: las noticias.
Pero cuando encuentras a un "San Luis Hoy", con perioditetes como Armando Acosta Diaz de Leon que se dedican a financiarse a cambio de notas inventadas, veamos una reflexión del tema:
Una noticia puede desencadenar la caída de un funcionario, el retroceso de una medida gubernamental, la huida de inversionistas o que los ciudadanos prefieran quedarse en casa el día de las elecciones.
Normalmente en nuestras sociedades la noticia refleja y es entendida como la "verdad" de los hechos. Y de ahí deriva el poder del periodismo y su capacidad de influir e incidir en las conductas y relaciones sociales.
El periodismo selecciona qué hechos pueden constituirse en noticia y decide la presentación de la información, optando por un enfoque y asignándole un espacio o tiempo de exposición determinados. En otras palabras, es el periodismo el que moldea y construye la "verdad noticiosa", la que debería ser siempre una representación fiel de los hechos.
Pero, ¿a quién responde ese poder? Teóricamente debe responder a la verdad, a la búsqueda del bien común y la estricta observancia de la ética periodística. Sin embargo, en la práctica, responde a la voluntad de un periodista, con sus particulares prejuicios e intereses; a un editor leal a la línea establecida por los propietarios del medio; a un departamento de mercadeo de prensa que debe decir "sí" en todo a los anunciantes; a dueños que miden su "compromiso con la verdad" según las utilidades de los estados financieros y sus relaciones con la elite económica y política; y todos ellos influenciados o presionados por el gobierno, partidos políticos, grupos empresariales y otros que buscan beneficiarse o evitar salir perjudicados con los contenidos noticiosos.
En San Luis Potosi el periodismo funciona y se ha desarrollado bajo un equilibrio de reglas escasamente compatibles entre política, mercado y servicio público. Sus resultados comprenden una extensa gama de perfiles de medios: entre el oficialismo y la independencia, entre la izquierda y la derecha, entre el profesionalismo y el amarillismo, entre la verdad y la mentira.
Así como hay muchos buenos ejemplos de periodismo, en la prensa escrita, la radio, la televisión e Internet, también están los vergonzantes que subsisten y prosperan mediante relaciones promiscuas con el poder, contenidos inescrupulosos y falsos discursos.
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si claro, cualquier medio que denuncia la corrupcion, ineptitud, incapacidad o cualquier cosa que incomode a algun grupo, entonces es descalificado....
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